Érase una vez una vocalista y tecladista llamada Alaina Moore quien junto a su esposo Patrick vendieron todo lo que poseían, compraron un bote y se embarcaron en una aventura que resultaría en la creación de algo maravilloso.
En este viaje se formó la inspiración necesaria para componer las canciones que luego formarían este álbum, además de la adorable historia de amor. Al parecer ocho meses en alta mar, le hacen bien a la vida de pareja.
Pero, concentrándonos en la música. Al principio del año escribí un post sobre alguna bandas a las que les tenía puesto el ojo y les mencioné esta banda. Al escuchar la canción Marathon supe que había tropezado con algo bueno. Habiendo escuchado el resto del álbum, creo que estaba en lo correcto.
Estos dos definitivamente saben como hacer funcionar el surf-pop de los años 60/70 en el 2011. Melodías simples y ritmos lentos o movidos, que de cualquier forma hacen que quieras bailar. Letras muy evocativas a la vida náutica y armonías que simplemente te hacen sentir bien. Música como esta es la que hace falta en esos momentos de aburrimiento. Algo para elevar un poco el espíritu, por más caído que este esté.
Creo que la razón por la que me gusta tanto esta banda es porque me recuerda al surf-pop que mi papá escuchaba a veces cuando yo era pequeña.
